Con esa pregunta en psique el maestro Mel Slater, de la Universidad de Barna, decidió iniciar un curioso experimento. Reclutó a treinta y dos voluntarios y les facilitó un equipo completo de Realidad Virtual Oculus. Su fin era intentar realizar la ilusión de separarse de su cuerpo.

La ilusión era de lo más realista, en tanto que trataban de que los voluntarios sintieran el cuerpo virtual como suyo. Por poner un ejemplo, en el momento en que una pelota caía sobre el pie virtual, las personas sentían una vibración real en su extremidad inferior.

Fue entonces cuando las cosas se pusieron extrañas. Una vez asimilada la ilusión, los estudiosos cambiaban el punto de vista de su cuerpo y les hacían flotar lejos del cuerpo virtual, observándolo desde arriba, recreando la ilusión documentada de personas que han sentido que abandonaban en sueños su cuerpo. Entonces, los estudiosos apartaron a las personas en 2 conjuntos. Ahora, cuando las pelotas caían sobre la cabeza o bien el pie de los voluntarios, la mitad de ellos recibían una vibración y otros no.

Después, las personas que participaron en el experimento debieron rellenar un cuestionario para valorar su temor a fallecer. Aquellas personas que se habían sentido en la ilusión desconectadas de su cuerpo (el virtual, claro) mostraban un temor menor a fallecer que el resto.