Este fin de semana, el Turismo Carretera vivió un capítulo memorable en la historia del automovilismo argentino en el mítico circuito número 12 del Autódromo Oscar y Juan Gálvez. En un evento marcado por la emoción y la intensidad, Juan Martín Trucco, al volante de su Dodge, se consagró como el gran vencedor, obteniendo su primera victoria en la categoría más emblemática del país.

La carrera, considerada la más importante del año, reunió a miles de fanáticos que llenaron las tribunas de “La Catedral” del automovilismo nacional. Este evento no solo fue un desafío para los pilotos y sus equipos, sino también una verdadera fiesta para los apasionados del deporte motor, quienes disfrutaron de una jornada cargada de adrenalina y espectáculo.

El podio fue completado por dos nombres ilustres. Julián Santero, al mando de un Ford Mustang, se aseguró el segundo lugar tras una actuación destacada, mientras que Agustín Canapino, quien retornó a la categoría para despedirse de su legendaria Chevy de vieja generación, logró un meritorio tercer puesto. La participación de Canapino añadió un toque especial a la competencia, cerrando un ciclo con uno de los autos más icónicos de la categoría.

Tras cruzar la línea de meta y recibir la bandera a cuadros, Trucco no pudo contener su emoción al conquistar finalmente una victoria en el Turismo Carretera. “Como dice el dicho: persevera y triunfarás. Después de tanto tiempo, lograr la victoria en Buenos Aires es un sueño hecho realidad”, expresó el piloto, visiblemente conmovido por el logro.

El festejo en el podio fue la culminación perfecta para una jornada histórica. Trucco recibió el trofeo de manos del Secretario de Deportes de la Ciudad, Carlos “Chino” Turnes, en un momento que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

Con la finalización de esta competencia, se definieron los 12 pilotos que lucharán por el campeonato y la preciada Copa de Oro del Turismo Carretera, asegurando que las próximas fechas estarán cargadas de emoción y competencia al más alto nivel.

Este Gran Premio de Buenos Aires no solo consolidó a Trucco como una de las grandes promesas del automovilismo argentino, sino que también reafirmó el lugar del Turismo Carretera como la máxima expresión del deporte motor en el país.