Ubicada en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, la Reserva Ecológica Lago Lugano se ha convertido en un espacio clave para la conservación de la biodiversidad y el esparcimiento de los vecinos. Con una extensión de aproximadamente 36 hectáreas, esta reserva forma parte del Parque Almirante Brown y está abierta al público todos los días de 9 a 18 horas, ofreciendo un entorno natural único en medio del paisaje urbano.

Un ecosistema en plena ciudad

La Reserva Ecológica Lago Lugano alberga una gran diversidad de flora y fauna autóctonas. Entre las especies vegetales más representativas se encuentran el ceibo, la totora y el junco, fundamentales para la estabilidad del ecosistema. Además, este espacio es hogar de diversas especies de aves, como el benteveo, el chingolo y el picaflor verde, así como anfibios y pequeños mamíferos que encuentran en la reserva un refugio ideal.

Uno de los aspectos más destacados de la reserva es la presencia de la Orquídea del Talar (Chloraea membranacea), una especie emblemática que crece en asociación con el tala, árbol autóctono de la región. Esta combinación junto con la mariposa bandera argentina (Morpho epistrophus argentinus) conforma un trío biológico característico de Buenos Aires y refuerza la importancia de la conservación de estos espacios naturales.

Actividades y recorridos

Para los visitantes, la reserva ofrece senderos señalizados ideales para caminatas, observación de aves y fotografía de la naturaleza. Además, cuenta con cartelería educativa que permite conocer más sobre los ecosistemas presentes en el área y su importancia para el equilibrio ambiental de la ciudad.

A lo largo del año, se organizan actividades gratuitas como visitas guiadas, charlas sobre conservación ambiental y jornadas de limpieza y reforestación en las que pueden participar vecinos y voluntarios. Estas iniciativas buscan fomentar la educación ambiental y generar conciencia sobre la necesidad de proteger estos espacios naturales.

Un pulmón verde a preservar

La Reserva Ecológica Lago Lugano no solo funciona como un refugio para la biodiversidad, sino también como un espacio clave para mitigar el impacto ambiental de la ciudad. Su presencia contribuye a la absorción de CO₂, la regulación de la temperatura y la filtración de aguas, desempeñando un rol fundamental en la mejora de la calidad del aire y del suelo en la zona sur de Buenos Aires.

Su acceso libre y gratuito la convierte en una excelente opción para aquellos que buscan una conexión con la naturaleza sin salir de la ciudad. Sin embargo, la conservación de este espacio depende del compromiso de todos: respetar las normas, no arrojar residuos y participar en las iniciativas de cuidado son acciones clave para garantizar su preservación para las futuras generaciones.

Para quienes aún no la han visitado, la Reserva Ecológica Lago Lugano es una invitación abierta a redescubrir la riqueza natural de Buenos Aires y a sumarse al esfuerzo por su protección.