Mujeres ciegas para buscar tumores de mama
Imagina que en tu próxima, tu ginecólogo dijera: y ahora, para la exploración mamaria, pase con nuestra examinadora médica. Te recibiría una mujer invidente que, tras un saludo afable, pondría sobre tu pecho unas tiras adhesivas con listas de colores y puntos táctiles para orientarse. Después, dedicaría entre treinta y sesenta minutos a palpar meticulosamente tus glándulas y se ofrecería a solucionar tus dudas sobre los tumores, el peligro de cáncer, el temor que provoca esta idea y otros temas relacionados con ella.
Esta situación se genera diariamente en las veinte consultas ginecológicas y centros de salud alemanes merced a discovering hands®, una compañía social que ha abierto un nuevo campo laboral para las mujeres invidentes, mientras que ofrece cooperación a los ginecólogos.
La exploración táctil se considera una valiosa herramienta de detección temprana en el cáncer de mama, del que en este país se diagnostican veintidos nuevos casos todos los años. No obstante, el ginecólogo Frank Hoffmann se dio cuenta en su consulta de Duisburg de que los médicos solo dedicaban una media de entre 1 y tres minutos a esta práctica, y no todos la hacían del mismo modo. Buscando una forma de ofrecer mejor atención a sus pacientes, se le ocurrió recurrir a la particular sensibilidad en el tacto de las personas invidentes. Desarrolló el procedimiento de exploración que ha patentado y puso en marcha discovering hands® en dos mil seis.
En ella se ofrece una capacitación de 9 meses para conseguir el título de Examinadora Médica Táctil (MTU por sus iniciales en alemán). Son ya veinte las mujeres que ejercitan este oficio en otras tantas clínicas de Alemania. Conforme se verificó en estudios preliminares, estas especialistas son capaces de advertir perturbaciones de los tejidos un cincuenta por ciento más pequeñas que las que hallan los médicos. Cuando aparece una de esas perturbaciones siempre y en toda circunstancia es el especialista con el que coopera la MTU el responsable de determinar si es preciso realizar pruebas diagnósticas auxiliares o bien la aplicación de tratamientos.
Conforme Stefan Wilhelm, Directivo de Comunicación y Relaciones Internacionales de la ONG; la contestación que han recibido ha sido “positiva en un noventa y nueve por ciento ”. Resalta que el desconcierto inicial que puede provocar en las pacientes tratar con una persona ciega, que puede inspirarles cierta lástima se disipa en los treinta minutos de sesión. “Estas profesionales se han formado en histología, citología, anatomía y han recibido cien horas de técnicas de comunicación, a fin de que sepan tratar a las pacientes con tacto y empatía”. Los prejuicios de las pacientes se disipan, “ su perspectiva cambia y lo que era percibido como una discapacidad se transforma en un talento. Las MTU reciben consideración y respeto, que es el fin social que deseábamos alcanzar”, asegura Wilhelm, “en tanto que no se las emplea a raíz de su discapacidad, sino más bien por sus habilidades concretas”.
Su siguiente paso es expandir la idea tanto por su país como en el extranjero. La primera promoción de estudiantes de Viena (Austria) empezará a trabajar a fin de año y a mediados de dos mil dieciseis se comenzará un proyecto conduzco en Cali (Colombia) en cooperación con el Banco de Desarrollo de America Latina (CAF).