Llevábamos un buen tiempo aguardando y, al fin, la Administración de Comestibles y Fármacos de E.U. (FDA) se ha decidido. Este pasado jueves ha aprobado el consumo humano del salmón cambiado genéticamente, siendo este el primer producto animal transgénico que va directo a la mesa de los norteamericanos. Conforme las propias palabras de la FDA, se trata de un comestible “seguro para el consumo humano” y “muy nutritivo”. Tiene exactamente el mismo sabor, exactamente el mismo color y exactamente la misma textura, si bien medra más veloz y puede lograr un mayor tamaño que sus ‘tocayos” no cambiados.

Bautizado como AquAdvantage Salmon, los científicos han introducido hormonas de otros 2 peces con la intención de que alcance el tamaño preciso y pueda ser vendido con más velocidad en el mercado. Uno de ellos es el salmón chinook, que nada en aguas del océano Pacífico.

Como cabía aguardar, el lanzamiento no ha estado exento de polémica. Muchos son los que han pedido a la FDA que se aplique un etiquetado singular a este salmón con el objetivo de identificarle como producto genéticamente cambiado, cuestión que la Administración de Comestibles y Fármacos de Norteamérica ha zanjado velozmente. Conforme explican en la nota de prensa, comprenden esta solicitud, mas la verdad es que la compañía (Aquabounty) no está obligada por ley a hacerlo. Esta ha argumentado que su salmón transgénico no solo aumenta la productividad, sino reduce los impactos ambientales y los costos.