Bob Dylan es la “musa” de investigadores en la literatura biomédica
La libertad y el buenrollismo de los años setenta dejó huella en todos, aun en los estudiosos biomédicos. En esa década, instante en que el vocalista de Norteamérica estaba en pleno auge, ciertos científicos decidieron ‘colar’ títulos de sus canciones en diferentes investigaciones como guiño. Mas en los noventa, lo que podía haber quedado en una pequeña anécdota, se transformó en una incesante.
Cuando los científicos comenzaron a “flotar” con Dylan
Todo comenzó como consecuencia de un conjunto de 5 estudiosos suecos. En alguna asamblea -que no hay duda de que se les fue de las manos-, decidieron hacer una apuesta y desafiar al equipo a ver quién era capaz de incluir más citas de Bob Dylan en sus estudios y que estas salieran reflejadas en introducciones de libros, artículos periodísticos o bien reputadas gacetas académicas o bien de divulgación. Todo ello, ya antes de su jubilación. El pistoletazo de salida lo dieron John Jundberg y Eddie Weitzberg, quienes publicaron en mil novecientos noventa y siete una investigación en Nature llamado Óxido nítrico y también inflamación: la contestación flota en el viento. Conforme explicó últimamente Weitzberg, el título del paper era un guiño a la canción insigne cantautor norteamericano: Blowing in the wind. “Cuando pusimos este título nos dio la sensación de que la medición de óxido nítrico en el aparato respiratorio y el intestino cuadraba de manera perfecta con la letra de la canción”, explicó Weitzberg.
Desde ahí otros científicos se animaron a incluirse en esta gracieta privada. Fue el caso de Konstantinos Meletis y Jonas Frisén, quienes incluyeron en el título de la investigación Blood on the tracks: a simple twist of fate el álbum y el nombre de una de las armonías de Dylan. O bien de Kenneth Chien con su estudio Tangled in blue: molecular cardiology in the postmolecular era. La bola se fue haciendo poco a poco más grande y los 5 estudiosos suecos acordaron que el que lograra colar a Dylan más veces en sus publicaciones sería convidado a una cena por lo alto. Como bromeaba mi compañero Juan Scaliter, es obvio que se trata de los 5 Fieles, “o bien como afirmaría Bob Dylan: Obviously Five Believers”.
¿Qué impacto ha tenido esta gracieta en las publicaciones científicas?
El conjunto de suecos reconoció a la prensa su secreto a fines del pasado año. En ese instante, compañeros del entretenido conjunto de científicos del Instituto Karolinska decidieron examinar pausadamente el impacto de esta acción. Conforme explica una investigación publicado en la edición de Navidad de la gaceta BMJ, desde los años noventa las referencias a Bob Dylan han crecido de forma exponencial. De setecientos veintisiete publicaciones, doscientos trece de ellas citan de forma indudable a Bob Dylan. La primera fue en mil novecientos setenta. En concreto en una publicación académica de enfermería. Después la cosa se para hasta mil novecientos noventa, década en que el conjunto de científicos suecos empieza a hacer de las suyas.
Las 2 canciones más citadas son The Times They Are A Changin’ (ciento treinta y cinco artículos) y Blowin’ In The Wind (treinta y seis artículos). Si bien asimismo han encontrado referencias a tradicionales como All Along The Watchtower, Knockin On Heavens Door o bien Like A Rolling Stone.
Cuando apariciones en gacetas científicas, el duelo de estos estudiosos científicos asimismo ha dejado huella. Nature tiene por lo menos unas 6 publicaciones a este respecto. Desgraciadamente, conforme el análisis del equipo del Instituto Karolinska, esto no implica que los trabajos hayan tenido mayor influencia o bien interés.