Cambios en la flor intestinal causan la obesidad
Desde hace ya un tiempo se sabe que los cambios en nuestra vegetación intestinal, los billones de microorganismos que habitan nuestros intestinos, tienen una relación directa con la obesidad. Mas el mecanismo no estaba claro. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Nature, consigue explicar lo que pasa.
En una investigación precedente, asimismo publicado en Nature, el maestro de Yale, Gerald I. Shulman, observó que el acetato, un ácido graso, estimula la secreción de insulina en los roedores. Mas precisaba más información para entender las causas. Para esto, al lado de un equipo de científicos, inyectaron acetato de forma directa en el cerebro de roedores, lo que provocó un incremento en los niveles de insulina (implicada en el aprovechamiento de los nutrientes), mas asimismo “estimuló la secreción de las hormonas gastrina y ghrelina, que conducen a un incremento de la ingesta de alimentos”.
Finalmente, el equipo de investigación procuró establecer una relación causal entre la microbiota intestinal y el incremento de los niveles de las 3 hormonas. Para esto efectuaron un trasplante de materia fecal de un conjunto de ratones a otro y descubrieron que este simple cambio, cambiaba asimismo los niveles de acetato y de insulina.
“Estos ensayos – concluye Shulman – prueban una relación causal entre las perturbaciones en la microbiota intestinal y los cambios en la dieta y la obesidad. Se genera un ciclo de retroalimentación: más acetato provoca más insulina esta aumenta los estímulos para comer mediante la ghrelina y la gastrina, que, por su parte, producen cambios en la vegetación intestina…lo que acrecienta los niveles de acetato”.
Los autores del estudio sugieren que este bucle pudo haber tenido un papel esencial en la evolución, al dejar que determinados animales puedan engordar cuando, en tiempos de escasez, se hallaban con una fuente de comestibles altos en calorías.