Lo sentimos, apasionados al vinilo, mas los CD captan de modo más preciso la claridad de la interpretación musical. Si miramos por un microscopio los surcos de un disco de larga duración, comprobaremos que semejan como colinas ondulantes. Se trata realmente de una réplica exageradamente precisa de la manera que adquieren las ondas sonoras de un instrumento. Mas la aguja que graba los surcos es levemente diferente a la que los lee (por no mentar los cambios de temperatura y humedad del vinilo transcurrido un tiempo).

Los datos matemáticos codificados en un CD, no obstante, son una representación prácticamente precisa del sonido original. Si equiparamos un LP con un CD proveniente de exactamente la misma señal de micrófono, el atravieso del LP debe amoldarse de forma perfecta a la señal para acercarse a la calidad de un CD, lo que es casi imposible, afirma Stanley Lipshitz, experto en electroacústica y procesamiento de señales digitales en el Conjunto de Investigaciones de Audio en la Universidad de