Se trata de una reliquia abandonada en uno de los mejores barrios de la City Porteña. El objetivo es rescatarlo y convertirlo en un paseo abierto.

Un lugar abandonado y por cuyas maderas nadie preguntaba será rescatado para convertirse en un espacio de provecho para la comuna porteña.

El procedimiento ya está en marcha. La removicion  del barco está en manos de los colaboradores de tan extraordinaria tarea.

El antiguo arenal solía verse en su abandono casi como un barco fantasma. La restauración comenzara por renovar su pintura y convertirlo en un colorido mural. Además reconstruirán la zona, agregaran banquetas y luces led para que todas las familias incluyan al antiguo barco como lugar de paseo y descanso.

La iniciativa surgió luego de varios reclamos y sugerencias para que el lugar se convierta en un espacio recreativo para los estudiantes que continuamente viajan por la zona atravesando la Ciudad Universitaria. También se beneficiarían de esto los usuarios de los  colectivos verdes de las líneas 45 y 33.

El paisaje desolador de la zona vivirá sus últimos días. Los vecinos de la avenida Rafael Obligado toleraron durante muchísimo tiempo la falta de controles en la zona. Los edificios derruidos, los barcos abandonados y el perfil gótico daban al lugar un aspecto descuidado y peligroso. Los edificios que  conforman el pasaje gris fueron en los silos operativos que una vez unieron el Buenos de Buenos Aires con el mundo.

“El Puerto es la puerta del país al mundo. Y la Ciudad siempre se construyó de espaldas al río. Entre esas dos espaldas hay una zona de transición que es la zona de la desidia, el patio trasero de dos jurisdicciones, Nación y Ciudad, que además por lo general pertenecían a dos banderas políticas distintas. Entonces en esta zona tenés villas, vías de tren abandonadas, contenedores, chatarra, un límite portuario en decadencia y abandono”, relata Ramiro López Saubidet, coordinador general de Obras y Servicios de la AGP.

Las obras de urbanización del Gobierno de la Ciudad en la Villa 31 además del Paseo del Bajo y el trabajo realizado en la autopista Illia completaran la obra de remodelación de la zona.

“Se pretende agregar valor a la zona de la Dársena F, mejorar el entorno. Geográficamente es un lugar lindísimo, con muchísimo potencial. Nosotros lo que queremos es que este espacio se luzca y tenga ese paseo por donde se pueda andar en bicicleta, uniéndolo a través de una ciclovía con la Costanera Norte”, se entusiasma López Saubidet.