Arquitectura porteña, un admirable paisaje de todos los días.
Según los visitantes de la Ciudad, Buenos Aires es una de las más similares a Europa. Una arquitectura extravagante clásica y antigua son el marco de la gran urbe moderna. Una combinación difícil de imaginar pero real solo en esta Ciudad.
Cada rincón de la Ciudad de Buenos Aires posee un toque antiguo clásico y admirable. Sus inmensas torres, sus edificios antiguos y categóricos son ejemplares patrimonios de la rica cultura arquitectónica del lugar.
Es sabido el valor turístico que tienen por lo que también es entendido que se invierta en reparar, restaurar o mantener ciertos edificios.
Una de las últimas novedades respecto a esto es la restauración de la Torre Saint, icono indiscutible de la urbe porteña.
Ubicado en uno de los barrios con más movimiento comercial textil, Balvanera, precisamente en la zona comúnmente conocida como once, la Torre Saint brinda cierto estilo sofisticado al caótico bullicio de la zona.
Quizás sea el mismo bullicio comercial de la zona lo que impide que los porteños se detengan en este paisaje tan particular que brinda la torre.
Enfocarse en la Torre Saint es abstraerse del ecletismo de la zona y contemplar la creación arquitectónica en su máximo esplendor.
Impactantes curvas, líneas rectas, ornamentos y magnifica herrería son el espectáculo visual que ofrece la zona de once muchas veces opacadas por la cotidianidad comercial.
Algo que caracteriza al barrio de Balvanera es justamente la originalidad y conservación de sus viejos edificios.
Un barrio donde vivieron personalidades como Discépolo, Aristóteles Onassis, Bernardo Houssay, Carlos Gardel y Luca Prodan, entre otros personajes, se convirtió con el paso del tiempo en un rincón casi olvidado de la Ciudad que se popularizo por su movimiento comercial más que por su verdadera importancia en la historia de la Ciudad.
El Edificio de la Torre Saint, ubicado sobre la calle Perón al 2600 perteneció a la familia del empresario Emilio Saint, heredero de la fábrica de chocolates Águila 1925
En esos años el mundo entero asistía a los primeros hallazgos de las tumbas en Egipto, por lo que la influencia de los faraones no tardó en manifestarse en las corrientes estéticas de la época. Fascinado por ellas, Saint le encomendó el proyecto al arquitecto francés Robert Charles Tiphaine y al ingeniero Italo Galli, que montó la estructura de hormigón armado.
La obra tardo tres años en finalizarse por el trabajoso detalles de sus cúpulas gemelas en el remate y tras particularidades.
“Es una torre histórica que se puede ver desde lejos, desde la avenida Díaz Vélez (en Almagro), la puesta en valor es para recuperar uno de los edificios más emblemáticos de la zona cuya cúpula se dañó en un incendio y nunca más se reparó”, afirmó la arquitecta Flavia Rinaldi a cargo del proyecto Once Peatonal en el que según dijo se invertirán cerca de $9.700.000 en total