Australia quiere ponerse a la cabeza de la producción de energía solar
El pueblo minero de Broken Hill, apartado a setecientos quilómetros de la ciudad de Sydney, tiene un hotel de ciento veintiseis años al que se entra por un túnel. No es extraño, teniendo presente la historia de la localidad. Sus habitantes llevan generaciones explotando una mena de ocho quilómetros de plomo, zinc y plata, el mayor depósito de su clase descubierto hasta el momento, y otros muchos tesoros mineros. Eso atrajo a las personas y a las inversiones de fuera; y los dos se movían bajo la superficie. Mas las cosas no son lo que eran, y ya solo quedan 2 empresas explotando los depósitos que le han dado a este pueblo su riqueza y su fama de vanguardista. Ahora sus habitantes procuran que la historia se repita con la explotación del torrente de radiación solar que recoge una granja más grande que el parque del Retiro de la villa de Madrid.
Apenas 3 personas son precisas para sostener en marcha los seiscientos setenta y ocho mil paneles solares que descansan en ciento cuarenta hectáreas, entre canguros que esporádicamente se pasean entre ellas. Muy realmente pocas personas para la granja solar más grande del hemisferio sur, capaz de suministrar electricidad a diecisiete hogares australes por año. Pocos vanguardistas para el que podría transformarse en el paso inicial de una ambiciosa estrategia del Gobierno australiano: que prácticamente la cuarta una parte de la electricidad producida en el país proceda de fuentes limpias para dos mil veinte.
Si bien Australia reciba la mayor cantidad de radiación solar por metro cuadrado del planeta, todavía tiene mucho pendiente de hacer. Es el vigésimo país en la clasificación de productores de energía solar, tras países como Rumanía y Bulgaria. El año pasado solo generó el dos por ciento del total, mientras que el ochenta y siete por ciento procedió de los comburentes fósiles. Eso sí, el país esta a la cabeza en la instalación de paneles solares en los tejados de particulares.
Este cambio en la orientación estratégico, si tiene éxito, repercutirá en un capacidad de producción de energía solar a gran escala quince veces superior a la presente. Y todo merced a un pueblo pequeño, humilde y lleno de tesoros divinos en el cielo y humanos bajo la tierra. Merced a su espíritu de vanguardista presto a explotar todo cuanto la naturaleza le ofrezca. Y merced al compromiso de las compañías AGL y First Solar, y la ayuda de Gobierno. Lógicamente.