Construirán en el barrio de La Boca, un laboratorio para recuperar y preservar los tesoros fílmicos del Archivo Nacional.
El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y el Instituto Nacional del Cine y Artes Visuales (INCAA), anunciaron la construcción del primer laboratorio de preservación fílmica del país. Será un lugar donde se podrá restaurar y conservar todo el material fílmico del Archivo Nacional, contará con una cámara para almacenar las películas de nitrato, y espacios para restaurar tesoros de celuloide, imprimir copias y pasarlas a otros formatos. De esta forma la Ciudad de Buenos Aires, se convertirá en una de las pocas ciudades del mundo en contar con un lugar destinado a éste propósito.
Las primeras películas están en soporte de nitrato, un material altamente inflamable e inestable, y es por eso que hacía falta un lugar específicamente adecuado para conservarlas. El edificio donde estará el laboratorio, será construido frente al Riachuelo, en la calle Pedro de Mendoza 3951, y albergará toda la colección fílmica del Museo del Cine (Agustín R. Caffarena 51), y todo el Archivo Audiovisual Nacional, con todos sus formatos y soportes, que conserva la Cinemateca del Archivo y de la Imagen Nacional, que depende del INCAA.
Esta iniciativa surge de un convenio que firmaron el Ministerio de Cultura porteña y el Presidente del INCAA, y será financiado por el Museo del Cine, que depende del Gobierno de la Ciudad, y del CINAIN (Cinemática y Archivo de la Imagen Nacional). El laboratorio fílmico, tendrá equipos deshumidificadores, para reducir y controlar la humedad del ambiente.
Además tendrá dos lavadoras de películas, una copiadora de ventanilla liquida, dos maquinas rebobinadoras, una lectora de sonido de primer nivel, una impresora óptica, una moviola (maquina que se usa en el cine para reproducir imagen y sonido, para rectificar la simultaneidad de las operaciones de montaje), una reveladora, una secadora, un procesador de última generación.
Para diseñar este laboratorio, se tomó como modelo otros laboratorios de preservación fílmica de distintas partes del mundo, como la Cinemateca Sueca, la Filmoteca Española y la Academia de Hollywood.
Con este nuevo espacio de calidad internacional, nuestro país tendrá autonomía para conservar y restaurar su rico patrimonio audiovisual sin depender de otros laboratorios en el extranjero.