Hoy, 11 de Mayo se celebra el Día del Himno Nacional Argentino. Con más de 200 años de Historia, éste símbolo de todos los Argentinos, fue cambiando a través de los años hasta convertirse en el Himno Nacional Argentino, tal y como lo conocemos ahora.

En aquella época, el Triunvirato entendió que el pueblo necesitaba un Canto Nacional de mayor importancia que el que hasta entonces se entonaba. Fue así como el 22 de julio de 1812 el Cabildo de Buenos Aires, sugería que se componga un nuevo canto popular denominado “La marcha de la Patria” para ser presentado al principio de las funciones teatrales, debiendo el público escucharlo de pie, así como en las escuelas al finalizar diariamente las clases.

Según la tradición, el 14 de mayo de 1813, en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson se cantó por primera vez, siendo aquella dama quien interpretó sus estrofas.

Fue escrito por Vicente López y Planes en 1812 y compuesto por Blas Parera un año más tarde. Originalmente fue denominado Marcha patriótica, y tuvo varios nombres, hasta que en 1947 se lo llamó “Himno Nacional Argentino” y mantuvo su nombre hasta la actualidad.

En su versión original, el Himno era mucho más extenso y tenía más de veinte minutos de duración. A través de la historia, su letra fue cambiando, y se suprimieron o cambiaron distintas estrofas. Desde el 1900, oficialmente se interpreta solo la primera cuarteta de la primera estrofa, la última cuarteta de la novena y el coro final del Himno Nacional Argentino.

Aquí compartimos con ustedes la letra del Himno Nacional Argentino, como lo conocemos y cantamos en la actualidad:

¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:

¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!

Oíd el ruido de rotas cadenas;

ved en trono a la noble igualdad.

¡Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud!

Y los libres del mundo responden:

¡al gran pueblo argentino, salud! (bis)

Y los libres del mundo responden:

¡al gran pueblo argentino, salud!

Y los libres del mundo responden:

¡al gran pueblo argentino, salud!

Coro

Sean eternos los laureles

que supimos conseguir: (bis)

Coronados de gloria vivamos,

¡o juremos con gloria morir! (tris).