El 24 de agosto: Día del Lector y Homenaje a Borges en Buenos Aires

El 24 de agosto, Argentina celebra el Día del Lector, una fecha que rinde homenaje al emblemático escritor Jorge Luis Borges, nacido ese mismo día en 1899. Este año, en el marco del 125º aniversario de su nacimiento, Buenos Aires se viste de literatura para conmemorar a uno de los autores más influyentes de la lengua española y para promover la lectura en la sociedad.

Instituido en 2012 por la Ley Nacional 26.754, el Día del Lector fue una iniciativa para celebrar la vida y obra de Borges, considerado un genio literario cuyo legado sigue vivo en las bibliotecas, universidades y en la memoria colectiva del país y el mundo. Esta jornada no solo celebra la figura de Borges, sino también busca promover el hábito de la lectura en todas sus formas, desde libros impresos hasta las nuevas plataformas digitales.

Actividades en la Ciudad de Buenos Aires

Como parte de los festejos de este año, la Ciudad de Buenos Aires ha organizado una serie de actividades culturales y recreativas que giran en torno a la figura de Borges. Entre ellas se destacan:

  1. Lecturas Públicas y Talleres de Escritura: En diversos puntos de la ciudad, como el Centro Cultural Kirchner y la Librería del Museo del Libro y de la Lengua, se organizarán lecturas de pasajes seleccionados de las obras más icónicas de Borges, como Ficciones y El Aleph. También se llevarán a cabo talleres de escritura creativa que permitirán a los asistentes explorar su propio estilo literario, inspirados por la obra del autor.
  2. Bibliotecas al Aire Libre: Una de las iniciativas más llamativas será la instalación de bibliotecas móviles en plazas y parques de la ciudad, como la Plaza San Martín y los Bosques de Palermo. Estas bibliotecas ofrecerán la posibilidad de que los ciudadanos tomen prestados libros para leer en espacios abiertos, con una fuerte presencia de la obra de Borges, aunque también habrá títulos de diversos géneros.
  3. Recorridos Literarios: Se ofrecerán recorridos guiados por los barrios porteños que marcaron la vida de Borges. Desde la Recoleta, donde creció y pasó su juventud, hasta Palermo, que fue una gran fuente de inspiración para sus relatos. Estos recorridos ofrecerán una mirada íntima sobre la relación del autor con su ciudad natal.
  4. Proyecciones de Cine y Charlas: En la Usina del Arte se proyectarán películas y documentales sobre la vida y obra de Borges, complementadas por charlas de especialistas en literatura y cine. Se destacará la charla “Borges y el Cine”, que examinará cómo su obra ha influido en el séptimo arte.
  5. La Lectura Digital y Nuevas Tecnologías: Para adaptarse a los tiempos modernos, algunas actividades del Día del Lector también tendrán un enfoque digital. En colaboración con plataformas como Biblioteca Digital Argentina, se promoverá el acceso gratuito a una selección de obras de Borges y otros autores, incentivando la lectura en dispositivos electrónicos.

Jorge Luis Borges sigue siendo una figura central en la literatura universal. Su influencia se extiende más allá de las fronteras de Argentina y su obra ha sido traducida a más de 30 idiomas. Su dominio del lenguaje, su exploración filosófica y su capacidad para jugar con las nociones del tiempo, la realidad y la identidad lo han convertido en una fuente inagotable de inspiración para escritores, cineastas y artistas de todo el mundo.

El Día del Lector es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la lectura en la sociedad contemporánea. En un mundo donde la tecnología ha cambiado radicalmente los hábitos de consumo de información, este día nos invita a redescubrir el placer de leer, de desconectarse del ruido constante para sumergirse en la tranquilidad que ofrece un buen libro.

El 24 de agosto, Buenos Aires y toda Argentina celebran no solo a Jorge Luis Borges, sino también el poder transformador de la lectura. En tiempos de cambios vertiginosos, leer sigue siendo un acto de resistencia, de introspección y de apertura hacia nuevos mundos. Que este Día del Lector sirva para recordar que, como decía Borges, “siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”.