El Gobierno porteño presentó el “Programa Integral de Convivencia Vial”.
Los funcionarios porteños presentaron ante la Legislatura, un proyecto de ley para endurecer las penas de los conductores alcoholizados y otras medidas destinadas para reducir los accidentes transito.
El objetivo es que los accidentes fatales bajen un 20% para el año 2023 y el 50% para el 2030. El Secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, Juan José Mendez, la Secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, Julia Domeniconi y el Presidente de la Comisión de Transporte de la Legislatura porteña, propusieron un proyecto de ley con sanciones más severas para quienes manejen bajo los efectos del alcohol o estupefacientes, con dos meses de inhabilitación para conducir, extensión de licencias según la edad y realizar el examen en la calle, como condición para el otorgamiento de las Licencias de conducir.
La propuesta denominada “Programa Integral de Convivencia Vial” busca modificar el actual Código de Tránsito de la Ciudad, para disminuir el número de muertes por siniestros viales, donde uno de cada cinco son protagonizados por conductores que tienen más de 0,5 gramos de alcohol en sangre.
Se trata de implementar exámenes de Registros de conducir más estrictos, y sanciones más severas para los que manejan alcoholizados, ya que el mayor porcentaje de los accidentes viales está directamente relacionado con el consumo de alcohol.
En la actualidad, el Código de Tránsito de la Ciudad, contempla cuando un conductor da positivo al test de alcoholemia como una contravención, se retiene su licencia y se envía el auto a una playa de acarreo.
El conductor puede regularizar su situación y volver a circular en poco tiempo, ya que puede decidir hacer tareas comunitarias o donación, y la causa no se judicializa.
El nuevo proyecto presentado en la Legislatura de la Ciudad, mantiene la retención de licencia y el acarreo del vehículo, pero los conductores positivos al test de alcoholemia serán inhabilitados para conducir por el término de dos meses. Además, deberán pagar una multa que va desde $7.950 a $ 53.000, si el dosaje del test oscila entre 0,50 a un gramo de alcohol en sangre, se le retendrá la Licencia por cuatro meses, pero se reduce a la mitad si asisten y aprueban el Curso de Seguridad Vial.
Si el dosaje de alcohol en sangre fuese superior a un gramo de alcohol por litro de sangre, deberán pagar una multa de $15.900 a $106.000, cumplir entre uno y diez días de arresto, y la prohibición de manejar entre cuatro meses y dos años.
Otra modificación que incluye la nueva propuesta, es la de realizar el examen de manejo en la calle con autos doble comando, con pedalera para el conductor y el instructor. Se trata de evaluar al futuro conductor en un escenario real, donde podrá notarse las técnicas de manejo, el respeto a los peatones y a las normas de tránsito.