Hacen cemento a partir de CO2
En la actualidad resulta prácticamente imposible imaginar un planeta sin cemento: edificios, puentes, carreteras… a lo largo de los últimos doscientos años este material ha sido la argamasa, para bien o bien para mal, de una gran parte del planeta.
No obstante, su producción es uno de los mayores impositores a las emisiones de gases de efecto invernadero: el cinco por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta proceden del hormigón que es cemento, agua y arena entre otras muchas substancias.
Si a estas emisiones se le unen las producidas por las chimeneas de las centrales de todo el planeta, el porcentaje se dispara. Un equipo interdisciplinario de estudiosos de la Universidad de la ciudad de Los Ángeles, California (UCLA) ha desarrollado una posible solución a este problema: transformar el dióxido de carbono (CO2) en cemento. Su plan sería la creación de un proceso de ciclo cerrado: se atrapa el carbono de las chimeneas de plantas de energía y se usar para crear un nuevo material de construcción que han llamado CO2NCRETE (el específico es un homónimo de hormigón) y que se fabrica usando impresoras 3D.
“Lo que esta tecnología hace es tomar algo perjudicial como el dióxido de carbono y transformarlo en algo valioso – asegura JR DeShazo, maestro de política pública en la UCLA –. No solo aguardamos captar más gas, sino en vez de guardarlos lo utilizaremos para para crear un nuevo género de material de construcción que reemplazará al cemento”.
Hasta el instante, el nuevo material de construcción se ha producido solo a escala de laboratorio, usando impresoras tres-D para darle forma de pequeños conos. Mas los especialistas ya han probado que es viable. Ahora solo falta persuadir a la industria de sus ventajas.