Impulsan la creación de un Polo Cultural en el histórico “Chalet de la 9 de Julio”.
Los familiares del inmigrante español Rafael Díaz, quien construyó el antiguo “chalet de la 9 de julio” ubicado en la calle Sarmiento 1113, a casi cien metros del Obelisco porteño, pretenden reconvertirlo en un espacio cultural para la preservación de patrimonio histórico.
El inmueble fue construido en 1927, se encuentra en lo alto de un edificio de nueve pisos y hace más de cuarenta años que está en desuso. Cuando se ingresa por el subsuelo del edificio, el ascensor se detiene en su terraza, que da paso a un chalet de estilo “marplatense” con vista a la Avenida 9 de Julio. El histórico inmueble tiene una superficie de 200 m2, distribuidos en una plata baja, primer piso y altillo.
A través de su ventana, se puede apreciar el Palacio Barolo, la cúpula del Congreso Nacional y el retrato de Eva Perón sobre la fachada el edificio del Ministerio de Obras Publicas. Su terraza permite tener una vista panorámica de todo el Microcentro de la Ciudad de Buenos Aires.
Sus actuales dueños desean conservar el chalet y el edificio, se niegan a venderlo, alquilarlo, ni tampoco permiten el ingreso de nadie. En el 2014, la Legislatura porteña lo declaró Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que no puede ser intervenida o modificada su estructura, sin previa aprobación de la Secretaria de Cultura.
Según señala Diego Sethson, bisnieto de Rafael Díaz, el Gobierno de la Ciudad no les da ninguna ayuda económica para refaccionar el predio, solamente los exceptúa del pago de algunos impuestos.
Por la fecha en que fue construido, una década antes que el Obelisco de Buenos Aires (1936), se estima que su valor económico es incalculable. Los especialistas señalan que cuenta con detalles de categoría y estilo normando, como su techo a dos aguas de tejas francesas, mármoles de carrara, arañas de principio de siglo y escaleras de madera torneada, muy típico en las casas de esa época.
Luego de la muerte de Rafael Díaz en 1968, los herederos alquilaron los pisos del edificio para oficinas y el chalet funcionó como estudio fotográfico, luego en los años 80 sirvió de comedor de las oficinas.
Por las Redes sociales, los herederos lanzaron una Campaña para reconvertir las oficinas en distintas opciones que incluyan propuestas culturales, paseos turísticos, salas de exposiciones de obras de arte, espectáculos de tango, y para que la gente pueda venir a disfrutar de la vista panorámica del “chalecito de la 9 de Julio”.