La Educación Pública
No fue en el pasado siglo que nuestra Escuela Pública se resaltó en el planeta como modelo y referente. La capacitación del personal enseñante, auxiliares, cuidado del moblaje, biblioteca, conservación de los patios, labores extra curriculares contra turno o para desarrollar los sábados…etc. La verdad que un caso en todo sentido, desde un proyecto, que sin sitio dudas, ponía en valor a esta enorme posibilidad que significa el acceso a la educación de jerarquía para todo aquel que de este modo lo desease. Como hija de la Escuela Pública, soy una agradecida permanente a la base que me ofrecieron y que asimismo supe aprovechar. La pena que llevo es que a mi amada Escuela, una Corporación simbólica con más de 100 años de trayectoria y con inserción barrial/ territorial, le hayan alterado el nombre…Robándonos una parte de la identidad…
Mientras que en aquel instante, medraba la matrícula y había que efectuar la inscripción desde octubre, con enorme demanda, que iba alén de la coyuntura económica de los hogares, en el dos mil trece, las escuelas públicas de todo el país perdieron cincuenta mil pupilos. Las provincias más perjudicadas son: Catamarca, Jujuy, Formosa. En tanto, las únicas jurisdicciones que sumaron estudiantes fueron: la Urbe de la ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego.
Ciertos motivos que pueden llegar a explicar la situación: Debido a los paros enseñantes, a la enorme cantidad de clases perdidas, ciertos progenitores decidieron el pase a la corporación privada. La caída en la expectativa demográfica, el desprestigio de la imagen de la escuela pública y la ausencia de un proyecto educativo que la valore, produjeron lo que conocemos. Es de aguardar que volvamos a ocupar el pódium que alguna vez, no sin esmero y trabajo, supimos lograr.
En tanto, va a ser obligatoria la sala de cuatro del jardín de infantes. Ahora sumará catorce años en todo el país. Los 5 primeros años de vida son esenciales, influyen de manera notable en el desarrollo escolar, garantizando su proyección futura.
La vanguardista en declarar la obligatoriedad de la sala de 4, fue la provincia de la ciudad de Buenos Aires, en dos mil siete.