Con altas temperaturas, Buenos Aires atraviesa una intensa ola de calor que afecta tanto a la población como al entorno urbano. En este contexto, mantenerse hidratado y adoptar cuidados específicos es fundamental para preservar la salud y evitar complicaciones como el golpe de calor o la deshidratación severa.

¿Por qué es esencial la hidratación?

El cuerpo humano está compuesto en un 60% por agua, un recurso vital para funciones como la regulación de la temperatura, la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas. Durante una ola de calor, la transpiración aumenta considerablemente, lo que puede llevar a la pérdida de líquidos y electrolitos esenciales como sodio y potasio.

La deshidratación puede manifestarse con síntomas como sed intensa, fatiga, mareos, dolor de cabeza y, en casos graves, confusión o pérdida de conciencia. Por ello, es crucial reponer líquidos de manera constante, incluso antes de sentir sed.

Consejos para mantenerse bien hidratado y protegido

1. Beber agua frecuentemente
   Se recomienda consumir entre 2 y 3 litros de agua al día, incrementando la ingesta si se realizan actividades al aire libre o ejercicios físicos. Evitar el consumo excesivo de bebidas azucaradas, con cafeína o alcohol, ya que pueden contribuir a la deshidratación.
2. Incluir alimentos ricos en agua
   Frutas como la sandía, el melón, la naranja y el kiwi, así como vegetales como el pepino, el tomate y la lechuga, son excelentes aliados para mantener una adecuada hidratación y aportar nutrientes.
3. Evitar la exposición al sol en horarios críticos
   Es preferible limitar las actividades al aire libre entre las 10:00 y las 16:00 horas, cuando la radiación solar es más intensa. Si es necesario salir, utilizar ropa ligera, de colores claros, sombreros de ala ancha y protector solar.
4. Crear ambientes frescos
   En los hogares y lugares de trabajo, mantener las persianas cerradas, usar ventiladores o aire acondicionado, y humidificar el ambiente con recipientes de agua ayuda a combatir el calor extremo.
5. Estar atento a los grupos vulnerables
   Niños pequeños, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y mascotas son más susceptibles al calor. Supervisar su hidratación y bienestar es una prioridad.

Síntomas del golpe de calor y qué hacer

El golpe de calor es una emergencia médica que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura. Los síntomas incluyen piel seca y caliente, respiración rápida, pulso débil y desorientación. Si alguien presenta estas señales, es crucial trasladarlo a un lugar fresco, aplicar compresas frías y buscar atención médica inmediata.

Un esfuerzo colectivo ante el calor

Además del cuidado personal, las medidas comunitarias como garantizar el acceso al agua potable en espacios públicos, habilitar centros de hidratación y promover campañas de concienciación son fundamentales para enfrentar las altas temperaturas.

En esta ola de calor, la hidratación no solo es una herramienta de bienestar, sino también una estrategia esencial para cuidar la salud en un clima desafiante. Recordemos que pequeños hábitos pueden marcar una gran diferencia.