LA JUGADA DE AJEDREZ QUE LAS COMPUTADORAS NO SABEN RESOLVER
Últimamente hemos escuchado o bien leído como ciertos mejores jugadores de Go y de póquer han sido derrotados por la inteligencia artificial. Semeja que la máquina siempre y en toda circunstancia vence al ingenio humano. Mas todavía queda un resquicio para la esperanza, y se halla en una jugada de ajedrez que se ha transformado en el último bastión del orgullo de nuestra especie.
Realmente, más que una jugada se trata de un acertijo. Fue desarrollado por Roger Penrose para intentar descubrir que diferencia al humano de las máquinas.
La cuestión que plantea dicho acertijo es: “Las blancas juegan y no pierden”. Mas, ¿de qué forma?
En apariencia semeja que las negras tienen superioridad y, de esta forma es, cuando menos numéricamente. Mas, tal como están preparadas las piezas, las blancas solo deben limitarse a desplazar su rey eludiendo que lo coman los alfiles (cosa bastante fácil). Y de esta manera, si en cincuenta movimientos absolutamente nadie come una pieza, la partida se declara en tablas. Aun, si el jugador que maneja las negras comete algún fallo, las blancas podrían dar jaque mate.
Está comprobado que un buen ajedrecista (a nivel de simple apasionado) puede ver la solución en unos pocos segundos. Al paso que el PC precisa tomarse más tiempo para examinar todas y cada una de las posibilidades de movimientos de las piezas.
Al final, el computador llega a exactamente las mismas conclusiones que el jugador humano (por tanto, no es enteramente cierto que no pueda solucionar la jugada), mas el humano es capaz de hacerlo con más velocidad y agilidad.
Ahora, los miembros del Penrose Institute, en G. Bretaña, han recuperado este acertijo creado por su profesor para usarlo en un experimento en el que pretenden descubrir como se generan esos instantes de inspiración que en ocasiones nos caracterizan.