Los latidos del corazón
El corazón tiene una estructura marcapasos (nodo sinusal, en el techo de la aurícula derecha) que produce periódicamente descargas eléctricas capaces de hacer contraerse una fibra muscular.
1. Primeramente, el corazón es capaz de palpitar por sí solo: tiene un control neurológico que ajusta la frecuencia, mas si le quitamos todos y cada uno de los nervios y lo dejamos “apartado”, puede palpitar por sí solo. Lo vemos en los corazones trasplantados, y lo vemos cuando cultivamos células en una placa de laboratorio. La cosa es: ¿qué hace que lata?
2. Primero, veamos velozmente por qué razón se contrae una fibra muscular. El músculo es un entramado de fibras, de “cuerdas” (fibras de actina y miosina) que se deslizan unas sobre otras cuando aumenta la concentración intracelular de calcio. Y ese “subidón” de calcio que deja la contracción se debe a la apertura de unos canales en la membrana celular, canales que se encuentran regulados por el voltaje de la membrana, la concentración de iones (de sodio y de potasio) a uno y otro lado. Cuando esta concentración de iones cambia, se abren los canales y se contrae la fibra.
3. Bien, ¿y por qué sucede este cambio de voltaje? En el músculo de los miembros ocurre pues reciben una señal, una descarga eléctrica: lo vemos en las películas cuando alguien padece una descarga eléctrica, le desfibrilan… se contrae su cuerpo. En los músculos ocurre pues esa descarga la da una neurona motora para cada célula, mas el corazón tiene una particularidad: todas y cada una de las células están comunicadas iónicamente entre sí (gap junctions), de tal modo que una alteración eléctrica que ocurra en una se marcha a extender a las lindantes como las olas en un estanque al tirar una piedra. Ahora bien, en el corazón, ¿quién es el primero en producir esa alteración, esa señal? El marcapasos natural del corazón.
4. En el corazón hay unas estructuras formadas por unas células singulares, que tienen la capacidad de generar descargas eléctricas espontánea y periódicamente. La explicación de esto es que su membrana tiene “fugas” iónicas, con lo que si la ponemos en situación basal, poquito a poco se va a ir escapando el potasio y subiendo el voltaje hasta el momento en que, de súbito, alcancemos un valor gatillo que abre los canales, produce una catarata de chorros iónicos y una descarga eléctrica: un potencial de acción*. Y esta descarga que sirve para empezar la contracción muscular. Después, la célula tiene mecanismos para regresar a recargarse, a repolarizarse, mas como afirmamos que su membrana tiene “fugas”, el ciclo se repite indefinidamente (sube el voltaje, alcanza el umbral gatillo, chorrazo de potasio, sodio y calcio, canales que se cierran y bombas que vuelven a ajustar las concentraciones para poner el voltaje normal).
5. Esto es lo que hace que, si sacamos un corazón y lo alimentamos apropiadamente, veamos que puede palpitar por sí mismo: hay un conjunto de células que se encargan de producir impulsos, que más tarde van a ser trasmitidos al resto de la masa miocárdica. Si deseas ampliar más, decir que el impulso no solo se transmite de una célula muscular a otra: esto es lentísimo y haría que el corazón se contrajese despacio, ineficientemente. De ahí que hay unos haces de fibras ocupados de facilitar y propagar la conducción eléctrica. Un frikidato: un corazón en el que esos haces de fibras marcha bien, se contrae totalmente en menos de ciento veinte milisegundos. Peo si falla solo uno de los 3 haces de fibras, al miocardio le cuesta más de doscientos milisegundos despolarizarse.
Ea, y creo que ya he hablado demasiado. Solo una última frikada:
6. En el corazón no hay un solo marcapasos, sino más bien múltiples de ellos que actúan secuencialmente de backup. El primordial, el sinusal, descarga a una frecuencia de sesenta-cien lpm. El próximo es el nodo aurículoventricular, que marcha a unos treinta-sesenta lpm (conforme qué parte va más veloz): si hay alguien que vaya más veloz que , se queda bloqueado y no hace nada, mas si no hay impulsos, comienza a marchar (verdaderamente, y esto es para nota, lo que sucede es que su pendiente de la fase cuatro es más suave que en el sinusal: si el sinusal manda, el AV no tiene tiempo de despolarizarse por sí mismo, mas si el sinusal está apagado, el AV es capaz de producir sus impulsos… más de forma lenta). Después, el fascículo de His y, para finalizar, las fibras de Purkinje, que pueden marchar a una frecuencia tan baja como diez-veinte latidos. De forma que, cuando uno falla, toma las bridas el que va debajo.