Otoño, es hora de prevenir
Tan particular como peligroso, el otoño trae aparejado varias alergias típicas. En esta nota te enseñamos como hacerle frente antes que lleguen.
Las enfermedades estacionales están muy relacionadas a las alergias, cambios climáticos bruscos, afecciones respiratorias y dolencias de huesos. Dependiendo de la humedad de la estación proliferan en mayor o menor cantidad los gérmenes y bacterias que ocasionan problemas respiratorios, gripes, tos y alegrías cutáneas.
El otoño se caracteriza por el clima húmedo, frio e inestable, lo que lo convierte en una de las estaciones más peligrosas para contraer resfriados.
El hecho de que el clima sea inestable y no sepamos si salir con abrigos, paraguas o remeras sin margas es uno de los grandes problemas originantes del otoño.
Las bajas temperaturas repentinas suelen tomarnos por sorpresa y así comienzan los resfríos estacionales.
El hecho de que manteamos las ventanas cerradas por el frio ocasional de la temporada no permite que los avientes respiren por lo que es más fácil que los virus se propaguen.
Aunque están quienes aseguran que a gripe es típica del invierno lo cierto es que es solo un mito y la gripe y resfríos proliferan en otoño.
Las personas que padecen algún tipo de alergia verán en el otoño el renacer de todos sus problemas. La alergia de los ácaros es muy común en esta temporada.
No solo los ácaros son los causantes de las alergias del otoño sino también el moho y la humedad. El factor originante es la falta de ventilación debido al frio.
Las personas que padecen asmas o tienen problemas respiratorios sufrirán seguramente mayores ataques en esta temporada que en el invierno.
Por más curioso que resulten no solo las enfermedades corporales son las que más se desarrollan en esta época del año sino también las anímicas.
Recientes estudios científicos basados en experimentos sociales determinaron que los estados anímicos de melancolía y depresión son frecuentes en esta época del año y aquellas personas que padecen problemas mentales suelen tener mayores brotes psicóticos en esta estación.
Los psicólogos asimilan la reducción de horas de luz, las bajas temperaturas las pocas personas en las calles y los paisajes pocos coloridos son los originantes de la sensación de monotonía.
Una estación tan particular como el otoño debe ser disfrutada, pero para ello es necesario que sepamos estar preparados para hacerle frente a las situaciones riesgosas.
Sabemos que los cambios de temperatura son perjudiciales, por lo que deberemos evitar las corrientes y llevarropa adecuada para cada ocasión y momento. A veces vale la pena llevar varias capas para poder ir añadiendo o quitando según entremos o salgamos de los sitios.
Sabemos que hay más riesgo de alergia y de crisis asmáticas, pues aquellas personas alérgicas al polvo o al moho deben tener especial cuidado a la hora de limpiar la casa, evitar sobrecargarla de adornos o de elementos que cueste limpiarse (alfombras, peluches, moquetas y mantas) y airear bien para evitar la acumulación de ácaros y humedad.