Probablemente a absolutamente nadie se le ocurre meditar que el polen es uno de los materiales que habría de estar en todas y cada una de las baterías y sin embargo…. Un nuevo descubrimiento va a hacer que nos olvidemos del polen como alérgeno y le demos la bienvenida como recurso energético.

Las baterías están compuestas de 2 electrodos, uno positivo (cátodo) y uno negativo (ánodo)Al conectar los dos con un cable o bien otro conductor, los electrones viajan alrededor del circuito generando la corriente eléctrica que nutre los dispositivos. Desde mil novecientos noventa y uno la mayor parte de nuestros gadgets digitales (portátiles, móviles, cámaras, etcétera) usan el grafito como ánodo.

El inconveniente es que cada vez se prueba con mayor certidumbre que el grafito no es tan eficiente en lo que a baterías respecta.

“Comencé estudian el polen debido a una alergia de mi madre – explica Jialiang Tang – mas entonces llegó la idea de usarlo como opción alternativa de los ánodos en las baterías. Fue entonces cuando nuestros descubrimientos empezaron a probar que el polen podía generar arquitecturas en carbono aplicables. a baterías”.

El equipo de Tang empleó 2 tipos diferentes de polen, uno conseguido de abejas (muy irregular en sus formas) y otro de la totora (Typha, con todos y cada uno de los granos iguales). Las pruebas efectuadas hasta la data que en diez horas consiguen una carga completa, mas basta apenas una para cargar más de la mitad de la batería. Entre los dos géneros de polen, el de totora resultó mucho mejor, con una capacidad de quinientos noventa milliamperios horas por gramo a a una temperatura de 50º C y unos trescientos ochenta y dos mAh/g a veinticinco grados .

Para convertir el polen en “baterías”, los científicos introdujeron diferentes granos en una cámara llena de gas argón a elevadas temperaturas en un proceso llamado pirólisis. De esta manera se consiguen partículas de carbono en la manera de los diferentes granos. Entonces se eleva la temperatura, mas en presencia de oxígeno, para abrir los poros en las estructuras y de esta manera acrecentar la capacidad de almacenaje.
“La capacidad teorética del grafito – concluye Tang – es de trescientos setenta y dos mAh/g y logramos doscientos con sola una hora de carga. Esto prueba que podemos edificar unas baterías muy eficaces, con recursos libres y renovables”.