Lo hemos visto en ciento de películas de acción, donde los malos son malísimos y los buenos durísimos. Se suben en un elevador y de súbito a un villano graciosillo le da por “recortar” el cable que deja el funcionamiento del mismo. En ese instante, los personajes que se hallan dentro del habitáculo hacen todo género de hazañas por su supervivencia, ninguna que, lógicamente, nos serviría a nosotros en un caso real salvo que te llames Daniel Craig.

Conforme explica Business Insider, las posibilidades de que tengas un accidente de este género son de un 0,00000015% y en el 54% de los casos quienes los sufren son el personal de mantenimiento de los elevadores. Sin embargo, apenas hay registro de personas que se hayan visto en caída libre por un cable cortado y, en la mayor parte de los casos, han subsistido.

Mas, como más vale prevenir que sanar, la mejor manera de que subsistas a un accidente tan ostentoso no es “saltar” cuando vaya a suceder el impacto, ni escalar a la parte superior del habitáculo como haría 007 o bien Tom Cruise en Misión Imposible. Conforme diferentes estudios, desde el punto de vista físico lo mejor es tumbarse en el suelo en situación decúbito supino, haciendo que el centro de nuestro cuerpo coincida con el centro del elevador. Así, hay mayores probabilidades de supervivencia, puesto que el impacto se distribuirá por todo nuestro cuerpo.