Villa Santa Rita celebra 135 años: Historia y personajes emblemáticos de un barrio porteño

Hoy, el barrio de Villa Santa Rita festeja su 135º aniversario, un hito que recuerda su origen y evolución dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Esta tranquila y residencial área, ubicada en la Comuna 11, ha sido testigo de transformaciones urbanas y sociales a lo largo del tiempo, manteniendo su esencia barrial. Con una rica historia y personajes públicos que han dejado huella, Villa Santa Rita es un ejemplo del crecimiento armónico de un rincón porteño con alma de pueblo.

Los inicios de Villa Santa Rita

La historia de Villa Santa Rita se remonta a 1889, cuando los primeros loteos comenzaron a dar forma a la urbanización en lo que solían ser campos y quintas. Su nombre homenajea a Santa Rita de Casia, una de las santas más veneradas en la Iglesia Católica, conocida como la “patrona de los imposibles”, cuya devoción arraigó profundamente en el barrio. En sus inicios, el área era mayormente rural, con familias que comenzaban a asentarse buscando un respiro del creciente ritmo de la ciudad.

Transformación y desarrollo

Con el correr de los años, Villa Santa Rita fue evolucionando, gracias a la llegada del tranvía primero y luego de la urbanización durante el siglo XX, lo que atrajo a familias de clase media que buscaban una vida más tranquila. Aunque limita con barrios como Villa del Parque, Floresta y Villa Devoto, Villa Santa Rita ha logrado mantener una identidad única, siendo un lugar residencial pero conectado a la vida porteña.

Figuras públicas que dejaron huella

A lo largo de su historia, Villa Santa Rita ha sido hogar o lugar de referencia para varias figuras públicas y del espectáculo que han contribuido de manera significativa a la cultura y desarrollo del barrio.

  • Héctor Alterio: El reconocido actor argentino, uno de los grandes exponentes del cine y teatro nacional, pasó parte de su juventud en el barrio. Aunque su carrera se desarrolló mayormente fuera de Villa Santa Rita, el barrio siempre lo vinculó a una atmósfera artística que él mismo ha evocado en varias entrevistas.
  • Eduardo Falú: Este célebre guitarrista y compositor de música folklórica argentina también tuvo un lazo especial con Villa Santa Rita. A lo largo de su vida, Falú fue uno de los grandes embajadores de la música argentina en el mundo y su presencia en el barrio fue significativa para la comunidad musical local.
  • Emilio Pettoruti: Aunque no vivió directamente en el barrio, la influencia del pintor vanguardista argentino, uno de los artistas más representativos de la modernidad argentina, fue sentida en varias exhibiciones y eventos culturales que tuvieron lugar en Villa Santa Rita, inspirando a generaciones de artistas locales.
  • Diego Armando Maradona: Aunque su relación con Villa Santa Rita fue indirecta, la figura de Maradona siempre estuvo presente en la vida de los vecinos del barrio, que lo consideraban un símbolo de esfuerzo y superación. En más de una ocasión, Maradona visitó las cercanías para actividades deportivas y eventos sociales.

Villa Santa Rita sigue siendo un refugio para quienes buscan mantener la tranquilidad de la vida de barrio, con plazas como Ciudad de Banff y parques que ofrecen espacios verdes y áreas recreativas para la comunidad. Además, la iglesia de Santa Rita de Casia continúa siendo un epicentro religioso, cultural y social, donde los vecinos se congregan tanto por motivos espirituales como por eventos comunitarios.

En los últimos años, iniciativas vecinales han impulsado proyectos culturales y de revitalización urbana, reforzando la identidad del barrio. Desde ferias de arte hasta eventos deportivos y solidarios, Villa Santa Rita se ha consolidado como un lugar donde el sentido de comunidad y la vida tranquila predominan.

A 135 años de su fundación, Villa Santa Rita mantiene viva la historia de un barrio que supo crecer sin perder su esencia. Con personajes emblemáticos que ayudaron a dar forma a su identidad y una comunidad comprometida, este rincón de Buenos Aires sigue siendo un refugio para quienes valoran la vida barrial, el respeto por la historia y el arte como motor de transformación.